el tesoro de barracuda

"Lo primero que hay que enseñar a los niños es que leer es divertido"

La escritora Llanos Campos (Albacete, 1963) tuvo claro desde siempre que si algún día se atrevía a escribir un libro, éste sería una historia de piratas. Fiel a su fascinación, después de varias décadas dedicada al teatro, cumplió su promesa, y en el año 2014 nació «El tesoro de Barracuda» (Premio Barco de Vapor 2014). En esta novela, la autora cuenta, la que ella denomina como la «historia más extraña de piratas que jamás leerás», entre otras cosas porque el auténtico tesoro que encuentran estos piratas en sus peripecias es un libro. Eso sí, un libro que cambiará sus vidas para siempre. Ahora, dirige la adaptación de «El tesoro de Barracuda» a teatro de sombras de la mano de la compañía A la Sombrita, una nueva aventura en la que Llanos Campos une sus dos pasiones: el teatro y la literatura que se estrenará a principios del próximo 2017. llanos campos
P.- Después de media vida dedicada a escribir para el teatro ¿qué retos has encontrado a la hora de escribir una novela?
R.- Lo cierto es que no he encontrado grandes diferencias, porque durante el proceso de escritura no puedo evitar ver cinematográfica o teatralmente las cosas que escribo. De hecho, toda mi experiencia en el teatro me ha ayudado mucho a la hora de construir la novela. Eso sí, sin duda, la literatura da un alimento al cerebro que no ofrece el género audiovisual, porque obliga a ejercitar la imaginación.
P.- ¿Pensabas mientras escribías «El Tesoro de Barracuda» en la posibilidad de convertirla en una obra de teatro?
R.- No. Me parecía muy complicada hacer la novela teatro por las muchas escenas que tiene, los diferentes escenarios… pero, por otro lado,  siempre me plantee la novela como una película, con sus planos cortos y largos: me ha ayudado a centrar la narración en lo que creo interesante. Ahora que trabajamos en la obra de teatro con A la Sombrita, no descarto la película. Desde luego, si me llama Pixar no le voy a decir que no (risas).
P.- Y ¿qué te parece la idea de adaptar la novela a teatro de sombras para toda la familia?
R.- Me parece estupendo. El mundo de las sombras ayuda en la magia de la historia al sugerir situaciones y escenarios que se van a crear en la cabeza de los niños. Y los títeres son un vehículo muy interesante: la novela transcurre en tantos lugares diferentes que o se hace con títeres o sería muy difícil hacerlo con actores.
P.- ¿Por qué piratas para tu primera novela?
R.- Los piratas me han fascinado desde muy pequeña, no me ha pillado por sorpresa. Tenía claro que si alguna vez tenía que escribir una novela, sería de piratas. Concretamente, «El tesoro de Barracuda» viene de la obra de teatro «Sólo Leo», donde un niño al que no le gusta leer descubre un libro mágico cuyas historias cobran vida. De ahí nace el primer capítulo de la novela. Sólo pensaba escribir ese primer capítulo, pero me quedé con la idea de que la historia podía tener más desarrollo.
P.- Los protagonistas del libro viven una gran transformación a raíz de un importante hallazgo. ¿Qué encuentran y cómo les cambia?
R.- Los piratas de «El tesoro de Barracuda» encuentran un libro dentro de un cofre enterrado y ellos saben que nadie entierra algo que no sirve para nada. Dos Muelas, uno de los pocos piratas que sabe leer, ve su nombre escrito en el libro y se lo lleva y los demás, intrigados, les piden que les enseñe a leer. Esa es una de las gracias de la novela, que un hombre que apenas sabe leer enseñe a tanto pirata bruto. Pero, además, el libro que encuentran es la vida de Phineas Krane, un pirata legendario que con su testimonio les salva la vida varias veces.
P.- Entonces el encuentro de este libro les cambia la vida más que cualquier botín…
R.- Se dan cuenta que leer es un arma. Tanto que luego lo tienen que ocultar y hacerse los tontos para no llamar la atención. Pero, claro, eso es muy difícil, porque ¿cómo haces que no sabes lo que sí sabes? Hay una escena que hago en los talleres con los niños muy divertida, cuando el capitán les dice que tienen que disimular que saben leer y uno le pregunta que no sabe si va a poder hacer eso porque, entonces, si encuentra un frasco que pone veneno se lo va a tener que beber (risas).
P.- «El tesoro de Barracuda» ha vendido más de 25.000 ejemplares ¿Qué es lo que atrae a los niños de este libro?
R.- La novela ha conectado mucho con los críos porque me empeñé desde el primer momento en que, lo primero de todo, fuera divertido, de aventuras y cómico. A mi me molesta mucho los «libros colleja», los que dicen a los niños lo que tienen que hacer: el niño piensa que eso ya se lo dice su madre todos los días. Lo primero que hay que enseñar a un niño es que leer es divertido, y luego viene todo lo demás. Una historia no tiene porque ser verdad, tiene que ser verdad a grandes rasgos y luego divertida.
En el libro también se habla del valor de la amistad, de la importancia de la palabra dada: como hasta los piratas cumplen su palabra. Barracuda que es el pirata que más miedo da de la historia, luego es el más íntegro y no miente nunca porque dice que “mentir es de cobardes”, que no tiene miedo de decir la verdad.
Todas esas cosas se hilvanan en la historia de forma que los niños la leen, pero no sienten que los estás adoctrinando. Sin duda, creo el sentido del humor es la mejor forma de llegar a la mente de cualquiera: si te ríes, es que lo has entendido. Por ahí es por donde hay que atacar el amor a la lectura.
P.- ¿Tienen entonces los niños tiempo entre tanta nueva tecnología para leer libros?

R.- A mí me gustan las nuevas tecnologías y no estoy en contra para nada de los videojuegos, etc. si sirven para su desarrollo. Además, a mi no me gusta tratar a los niños como si fueran tontos, se les suelen dar las cosas mascadísimas cuando lo entienden todo. Yo procuro tirar de los niños para arriba, si tienen que buscar un par de palabras en el diccionario, pues mejor. Eso hace que los padres también disfruten de leer el libro, porque tengo fans de 40 años también. «El tesoro de Barracuda» es un libro genial para leerlo en familia.
P.- ¿Qué mensajes te interesaba transmitir a través de esta historia?
R.- Me interesaba hablar de lo importante que es aprender, saber cosas. El cambio en los piratas sucede cuando aprenden a leer, que es el primer peldaño del aprendizaje. Hay una frase del libro que lo resumen bien, que dice «Antes de leer, yo no sabía la cantidad de cosas que no sabía». Es decir, darte cuenta de lo que no sabes y de lo que te queda por saber es el principio del aprendizaje. En la charlas que organizo con los niños, siempre les digo que cuanto más aprendes más difícil es que te engañen y más fácil es tomar decisiones que te lleven hacia adelante.
P.- Y ¿qué te parece que el libro esté incluido en los planes de lectura de varios colegios dentro y fuera de España?
R.- Me parece fantástico, creo que transmite un contenido interesante para las escuelas. Aunque, insisto, mi primera intención es que el libro sea divertido, y eso es lo primero que me agradecen los profesores cuando nos conocemos. Nos empeñamos en que todo sea educativo y transmita valores, y eso es empezar la casa por el tejado. No hay mayor gratificación para mí que un niño me diga que mi libro es el primero que se ha leído entero y le ha gustado. Eso es sembrar una semilla tan importante…
P.- ¿Puede leerse «El tesoro de Barracuda» en otros idiomas?
R.- Sí. Recientemente hemos dado el salto a Estados Unidos con la editorial Little Pick Stories, con traducción de Andrew Schimmel. De hecho, hace poco me mandaron unas críticas de EE.UU y, entre ellas, ¡había una espectacular hecha por el guionista de «Star Trek»! ¡Dice que es el libro más divertido que se ha leído nunca! También han comprado los derechos de su publicación en Irán y va también para Letonia. ¡Va para arriba como la espuma!
P.- Después de «El tesoro de Barracuda» y «Barracuda en el fin del mundo», aún queda una tercer parte. ¿Cuándo la veremos en las librerías?
R.- La tercera parte, «Barracuda, el rey muerto de tortuga», está ya editada y se publicará a principios del próximo año. En esta tercera parte he intentado que la historia creciera con el personaje principal, Chispas, que ahora es mucho mayor. Por ello, este último libro es un pelín más adulto porque hablar de crecer, cambiar… me interesaba mucho abundar en la forma en la que el propio Chispas cuenta la historia, que ya no es tan infantil, y se fija en otros detalles.
P.- ¿En qué otros proyectos trabajas ahora en teatro o literatura?
R.- Me da mucha pena despedirme de los piratas, porque yo me lo he pasado mejor que nadie con ellos, pero hay otras historias que contar. En la actualidad, tengo en el teatro el espectáculo «Cuentos negros para noches en blanco», en el que rescato cuentos clásicos infantiles como Pinocho, Blancanieves… e intento explicar qué sucesos reales pudieron estar en el origen de estas narraciones. Ocurre que, en un principio, estos cuentos nos se escribieron para adormecer a los niños, sino para alertarlos de algún peligro, y eran más tenebrosos de lo que pensamos. Además, estoy trabajando en una novela infantil sobre el futuro próximo, en el que trato el tema de las nuevas tecnologías y el aislamiento en el que viven hoy los niños.
P.- Seguirás con la literatura entonces…
R.- Por su puesto. Escribir es una de mis grande pasiones. Una vez que he encontrado mi voz, no pienso dejar de hacerlo.
 

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