Este 26 de diciembre debería arrancar el Festival de Teatro Familiar en Navidad, un evento que durante tres años llenó de ilusión las vacaciones de las familias ecijanas. Sin embargo, por segundo año consecutivo, este festival ha desaparecido, dejando a las familias sin una oferta cultural accesible y de calidad.

Desde que dejamos de dirigir la programación del teatro, la oferta familiar e infantil ha sido prácticamente nula. Además, las actuaciones que se han programado han demostrado una preocupante falta de calidad y compromiso: en su mayoría, “musicales de tercera”, y el resto de las programaciones canceladas porque las compañías venían a taquilla y, si no era rentable, simplemente no actuaban. Así ha sido la entrada triunfal de la nueva corporación, que en menos de un año destituyó tanto a la delegada como al nuevo programador. No les bastó ni un año para desmantelar todo lo conseguido en ocho años de trabajo.

La cultura ha quedado abandonada a su suerte en un contexto donde el Ayuntamiento asegura no tener recursos, mientras destina fondos insultantes a actividades relacionadas principalmente con las hermandades y la iglesia. En estos años, la actividad social y cultural ha sido capitaneada por iniciativas lucrativas promovidas por las hermandades de las iglesias, entrando en una batalla recaudatoria entre unas y otras para sus propios fines. Todo esto, naturalmente, con la infraestructura y el patrocinio del Ayuntamiento. (Puedes dar un paseo por las redes sociales de Cultura Écija y analizar las actividades de los dos últimos años para ver dónde están sus prioridades).

El precio de los abonos del Festival de Teatro Familiar permitía a las familias disfrutar de cinco espectáculos de compañías profesionales del territorio español comprometidas con el teatro infantil y familiar. Cinco espectáculos por el mismo precio que una sola entrada de las dos únicas  propuestas ofertadas para estas fechas. Ahora, los espectáculos tienen precios que rondan los quince euros por persona, haciendo que muchas familias no puedan permitirse llevar a sus hijos al teatro en plena Navidad. Así, se elimina el acceso universal a la cultura, dejando a los más pequeños sin la oportunidad de disfrutar del teatro y de crecer con experiencias que alimenten su imaginación y creatividad.

No olvidemos tampoco el Festival titiriMARTEs, que alegraba los veranos con propuestas escénicas de calidad, reuniendo una media de 500 espectadores en cada actuación. En su lugar, el pasado verano se ofrecieron actividades superficiales, muy lejos de lo que este festival representaba, fruto del desconocimiento y la falta de compromiso de la concejala de Cultura. Por fortuna para los vecinos de Lora del Río, su Ayuntamiento acogió el festival este pasado verano con tal éxito que ha asegurado su continuidad.

Desde aquí, hacemos un llamado a las familias, a los padres y madres de Écija y comarca: no dejéis que las decisiones políticas sigan privando a vuestros hijos del acceso al teatro, a la cultura y al arte. La cultura no puede ser relegada ni sustituida por intereses particulares ni quedar en manos de oportunistas, promotores, distribuidores o “hermanos mayores”.

La cultura no es un lujo, ni un capricho, ni mucho menos algo que deba depender de intereses privados de políticos recién llegados al cargo. Muchos de ellos, su llegada a la política de pueblo es fruto de su fracaso profesional, han encontrado aquí una oportunidad para desarrollar su ego y proyeción, aunque su inoperancia la tengamos que pagar entre todos.

La cultura, la auténtica cultura, es un derecho de todos y una inversión en el futuro de nuestra sociedad.

José Diego Ramírez

Director de A la Sombrita.
Exdirector artístico del Teatro Municipal de Écija (2015-2022)
Co-creador y director de titiriMARTEs y del Festival de Teatro Familiar en Navidad.

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