Concha Jiménez: En la ilustración de los personajes he querido trasladar la cercanía y humor de la novela"

Antes de desembarcar en el proyecto teatral de ‘El tesoro de Barracuda’, la artista Concha Jiménez (Sevilla, 1981) ya se había movido entre las sombras. En los talleres y cuenta cuentos que desarrolla habitualmente acude a las sombras chinescas para narrar las historias en las que en muchos casos también es autora de la ilustración. 

No obstante, reconoce que su participación en la obra que estrenará la compañía ‘A la Sombrita’ próximamente le ha ayudado a llevar el teatro de sombras «a otro nivel». «He aprendido muchísimo, a nivel técnico, de guión, sobre la colocación de los títeres…», afirma la artista plástica, autora de las ilustraciones de nueve libros publicados.
Si hay algo de lo que la artista no duda es del objetivo que se marcó cuando cogió las riendas de la ilustración de la obra: satisfacer la necesidades del titiritero, en este caso, José Diego Ramírez. «El punto inicial era entender las necesidades de hacer un teatro de sombras de estas características», enfatiza.

Ilustración en el teatro de sombras

Concha confiesa que dibujar desde la perspectiva de la representación en el teatro de sombras cambia completamente el sentido de la ilustración. Así, explica que «el emplear técnicas cinematográficas como la que utiliza la compañía, pensando en planos, permite dar muchos más matices a los dibujos». También es fundamental la cuestión del movimiento en el diseño de los personajes, y muy especialmente, la luz.
«Según la luz, la distancia entre el foco, la marioneta y la pantalla se definen más o menos los contornos. Esto da muchas posibilidades de elección que no conocía«, subraya la ilustradora, quien reconoce que el trabajo del titiritero es «complejísimo».
En este sentido, destaca la importancia sincronizar todos los elementos que entran en juego en la obra de teatro. «Para que funcione, cada detalle debe estar muy cuidado: la definición de los personajes, la música, la escenografía… todo tiene que estar perfectamente articulado», apunta.

«No son piratas al uso»

La particularidad de los piratas de la novela ‘El tesoro de Barracuda’ de Llanos Campos es algo que también se ha dejado sentir en la ilustración. Según cuenta Concha, se ha esforzado por crear personajes muy expresivos, distinguibles entre sí y fácilmente reconocibles. «No son piratas al uso, los típicos malotes… sino que tienen otros atributos particulares».

Para ello, se ha basado en la detallada descripción que de ellos hace Llanos Campos en sus novelas. «La autora utiliza un lenguaje muy rico pero a la vez cercano, juvenil y gracioso, y esas son las características que he querido trasladar al diseño de los personajes», cuenta.
La novela, confiesa, la cautivó, y el proyecto de convertirla en teatro de sombras «me llegó al corazón enseguida, ya en la primera entrevista que mantuve con el equipo», con el que asegura se ha creado una familia. «Ha sido un trabajo muy intenso, de mucha convivencia, y eso lo favorece todo», señala.

Exposiciones, encuentros y talleres

Mientras espera a ver sus diseños en movimiento en el escenario, la ilustradora afronta un sinfín de actividades. Por un lado, imparte un taller de ilustración para niños y adultos en los barrios de Triana y la Alameda de Sevilla, y el viernes día 29 participará en la FNAC de la Avenida de la Constitución en el encuentro ‘¿Truco o retrato’? junto a otros miembros del colectivo Garabattagge Ilustra.
Asimismo, en octubre intervendrá en la nueva edición del Festival ‘Garabato Fest’ y el próximo 18 de noviembre inaugurará una exposición sobre el tema de la duda y sus posibilidades creativas en el Doctor Bar, en la calle Feria de Sevilla.