Una Sinergia de Creación y Comprensión

Recientemente, asistimos a las jornadas TE VEO + JOVEN que la Asociación Te Veo ha celebraron en Molina de Segura el pasado 9 y 10 de mayo. Entre otras ponencias,  Miguel Ribagorda, Diana Al Azem y Manu Vera presentaron sus proyectos y abordaron el tema «¿Qué relación tienen la #neurociencia y el #arte?». Fue una experiencia enriquecedora que nos abrió una nueva ventana al mundo de las artes escénicas y la juventud.

Neurociencia, adolescencia y arte

En este evento se reflexionó sobre el conocimiento durante la adolescencia desde perspectivas psicológicas, biológicas y filosóficas, y cómo puede ayudar a acercar el arte a un público joven. La sesión fue moderada por Manuel Cebrián y contó con las siguientes presentaciones:

• Miguel Ribagorda: ingeniero de telecomunicaciones, máster en artes escénicas y doctor en estudios teatrales. Ribagorda es autor, actor, investigador teatral y docente en el grupo educativo SEK. En 2019 lanzó el Laboratorio de Investigación y Creación Escénica (LICES), que se centra en las neurociencias y la comunicación teatral.
• Diana Al Azem: docente, escritora, divulgadora y fundadora de la plataforma Adolescencia Positiva. Al Azem trabaja en el acompañamiento a familias con hijos adolescentes y cuenta con una comunidad de más de 250.000 seguidores.
• Manuel Vera: director de estudios y profesor de magia. Vera es tutor y coordinador de los cursos profesionales de Master de Magia y Profundización. En el evento, Vera participó en el «Duelo entre magia y ciencia» junto al neurocientífico Manuel Martín-Loeches.

El evento finalizó con un taller impartido por La Gran Escuela de Magia de Ana Tamariz y Manuel Vera, donde se analizó cómo funciona el cerebro ante la realidad desde la perspectiva de la magia y se descubrieron algunos procesos cognitivos implícitos en los juegos de magia.

En A la Sombrita, nos hemos quedado especialmente interesados en el conocimiento de la neurociencia y en cómo puede ser aplicado en nuestro trabajo.

Teatro de Sombras: Un Mundo de Creatividad

Ya hemos hablado en varios artículos sobre qué es y cómo se produce el teatro de sombras. Pero si es la primera vez que lees una de nuestras publicaciones, te proporcionamos una breve introducción a la técnica: el teatro de sombras se basa en la interacción entre la luz, la sombra y los objetos manipulados por los actores/titiriteros. Se utilizan siluetas de figuras y objetos recortados en papel u otros materiales opacos para crear efectos visuales en una pantalla. Estas siluetas se colocan frente a una fuente de luz, y las sombras que se proyectan en la pantalla dan vida a los personajes y a la historia que se está contando.

El proceso de creación en el teatro de sombras requiere habilidad, imaginación y destreza técnica. Los artistas deben tener un profundo conocimiento de cómo la luz y la sombra interactúan entre sí para lograr los efectos deseados. Además, deben ser capaces de manipular con precisión las figuras y los objetos para que los movimientos en la pantalla sean fluidos y realistas.

El uso de la tecnología ha permitido a los artistas del teatro de sombras ampliar sus posibilidades creativas. Sin embargo, algunas propuestas son más acertadas que otras, ya que el abuso de la tecnología puede contaminar el mensaje puro de las sombras. Por lo tanto, es importante ser cuidadoso y preciso para no romper la magia del lenguaje de las sombras.

La Percepción Visual y la Neurociencia

La percepción visual es un campo de estudio fundamental en la neurociencia, ya que nos permite comprender cómo nuestro cerebro interpreta la información visual que recibimos a través de nuestros ojos. El teatro de sombras, al basarse en la interacción de la luz y la sombra, proporciona un terreno fértil para explorar los procesos neurales detrás de la percepción visual.

Los neurocientíficos han realizado investigaciones para comprender cómo el cerebro procesa las formas, los contornos y las sombras en el entorno visual. Estos estudios han revelado que hay áreas específicas del cerebro que se activan cuando vemos objetos en sombra, lo que demuestra que nuestro cerebro es altamente sensible a este tipo de información visual y que le otorga un significado especial a las representaciones de esta milenaria técnica titiritera.

Para comprender mejor esta relación, consideremos un ejemplo concreto. Imagina una escena de teatro de sombras en la que se representa una batalla entre dos personajes. A medida que los actores mueven las figuras en la pantalla, las sombras proyectadas crean una ilusión de movimiento y acción. Nuestro cerebro percibe estas sombras en movimiento y las interpreta como una secuencia de eventos, dándole vida a la historia que se está contando.

Desde la perspectiva de la neurociencia, esto implica un procesamiento complejo de la información visual. El cerebro debe analizar la posición, la forma y los cambios en las sombras para construir una representación coherente de la escena en tiempo real. Este proceso de interpretación visual involucra la interacción de múltiples regiones cerebrales, como el lóbulo occipital, encargado del procesamiento visual primario, y el lóbulo parietal, responsable de la percepción espacial y la integración sensorial.

Además, el teatro de sombras puede influir en nuestras emociones y estados de ánimo. Por ejemplo, en una representación en la que se proyectan sombras que evocan tristeza o misterio, nuestro cerebro puede activar regiones asociadas con la emoción y la empatía, como la amígdala y la corteza prefrontal. Esto nos permite conectarnos emocionalmente con la historia y experimentar una respuesta emocional más intensa.

La Sinergia entre el Teatro de Sombras y la Neurociencia

La conexión entre el teatro de sombras y la neurociencia radica en su enfoque compartido en la representación visual y la exploración de la percepción visual. Ambos buscan comprender cómo el cerebro humano percibe y procesa la información visual, aunque desde diferentes perspectivas.

Los artistas de teatro de sombras pueden aprovechar el conocimiento científico sobre la percepción visual para crear efectos ópticos más impactantes y envolventes. Por ejemplo, pueden experimentar con la intensidad de la luz, la distancia entre las figuras y la pantalla, y la velocidad de los movimientos para influir en cómo percibimos las sombras. Estos ajustes sutiles pueden potenciar el impacto emocional de la historia y captar la atención del público de manera más efectiva.

Además, el teatro de sombras puede servir como una herramienta educativa para enseñar conceptos complejos de la neurociencia de una manera más accesible y visualmente atractiva. Al utilizar figuras en sombra para representar estructuras cerebrales y procesos neuronales, los profesores pueden simplificar y visualizar la información, facilitando así su comprensión para personas de todas las edades. Esto puede despertar el interés por la ciencia y promover una mayor apreciación de la complejidad y belleza del cerebro humano.

Durante las jornadas TE VEO, se presentaron proyectos innovadores que exploran la conexión entre la neurociencia y las artes escénicas, especialmente dirigidos a la juventud.

Miguel Ribagorda, Diana Al Azem y Manu Vera compartieron sus experiencias y conocimientos, abriendo una nueva ventana al mundo de las artes escénicas y su impacto en el desarrollo cognitivo y emocional de los jóvenes.

Estos proyectos demuestran cómo la combinación de las artes escénicas y la neurociencia puede ser una poderosa herramienta para transmitir mensajes, estimular la imaginación y fomentar la comprensión de conceptos complejos.

En estas jornada hemos tenido la oportunidad de aprender y compartir conocimientos sobre la relación entre la neurociencia y el arte con expertos en el campo. Muchas veces, habíamos creado los resultados buscados en nuestros espectáculos por pura intuición o por «tabas». Descubrir que todo está conectado en nuestro cerebro para lograr esos resultados ha despertado nuestra curiosidad para seguir investigando en el tema. Estas jornadas nos han proporcionado nuevas perspectivas y herramientas para enriquecer nuestros trabajos en el teatro de sombras.

La colaboración entre la neurociencia y el teatro de sombras también puede tener un impacto significativo en la terapia y la salud mental. El teatro de sombras se podría utilizar para tratar trastornos como el del estrés postraumático y la depresión. Al utilizar las sombras como una forma de representación simbólica, las personas pueden explorar y procesar sus emociones y experiencias pasadas de una manera segura y controlada. Esto puede ayudarles a encontrar una nueva perspectiva, liberar tensiones emocionales y promover la curación.

Además, la práctica y apreciación del teatro de sombras pueden tener un impacto positivo en la neuroplasticidad del cerebro. La neuroplasticidad se refiere a la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo de la vida. Al participar en actividades creativas, se fomenta la conexión entre diferentes áreas del cerebro y se promueve el desarrollo de nuevas redes neuronales. Esto puede mejorar habilidades cognitivas como la atención, la memoria y la resolución de problemas.

Para A la Sombrita, el conocimiento de la neurociencia se ha convertido en una herramienta valiosa para materializar sus trabajos sobre teatro de sombras. Con cada nueva producción, estamos llevando la experiencia del teatro de sombras a un nivel más profundo y significativo, inspirando a audiencias de todas las edades a explorar el fascinante mundo de la mente humana.

En el artículo Tipos de figuras para el teatro de sombras y en el podcast-6 ya hablábamos de la pareidolia, un mecanismo natural de nuestro cerebro que nos permite percibir patrones o formas familiares en imágenes o sonidos caóticos. Nuestra mente detecta rápidamente formas significativas en nuestro entorno, como caras o cuerpos de animales. El teatro de sombras es un ejemplo de pareidolia, donde se crean formas a partir de objetos simples como títeres. En las sombras de manos, el espectador puede percibir imágenes o historias complejas a partir de formas básicas. El teatro de sombras juega con la pareidolia para crear una experiencia visual y narrativa a partir de elementos simples.

El vínculo fascinante entre el teatro de sombras y la neurociencia nos muestra cómo estas dos disciplinas pueden complementarse y potenciarse mutuamente. El teatro de sombras, con su enfoque en la representación visual y la narración de historias, nos permite explorar la percepción visual y las emociones de una manera única. A su vez, la neurociencia nos brinda una comprensión más profunda de cómo nuestro cerebro interpreta y procesa la información visual, así como los efectos que el arte puede tener en nuestra mente y bienestar emocional.

En A la Sombrita, este vínculo entre el teatro de sombras y la neurociencia es de especial interés. Al fusionar la creatividad artística con la comprensión científica, estaremos llevando el teatro de sombras a nuevas alturas, impactando en la educación, la terapia y el desarrollo cognitivo.

En última instancia, esta sinergia nos invita a apreciar y explorar la conexión entre el arte y la mente humana. A través de la representación visual, la emocionalidad y el conocimiento científico, podemos sumergirnos en un mundo fascinante de creatividad y comprensión.

El teatro de sombras y la neurociencia nos demuestran que, juntos, pueden desbloquear nuevas formas de expresión, comunicación y descubrimiento.

¿Qué te parece?

¿Te has quedado tan “asombrado” como yo?

Pues seguiremos investigando porque se nos acaba de abrir una gran melón.