Coeducación para la igualdad

La coeducación es un método educativo que se fundamenta en fomentar la igualdad entre ambos sexos, de manera que pueda lograrse un desarrollo personal libre de estereotipos de género. Esta manera de educar, de gran interés para la sociedad, aún no se encuentra generalizada pero cuenta con un apoyo creciente, tanto en las escuelas como a nivel familiar.

Coeducación para la igualdad

Objetivos de coeducar

El objetivo principal de la coeducación es alcanzar un sistema de relaciones que resulten justas e igualitarias. Este método centra su enfoque especialmente en el ámbito de las relaciones entre ambos sexos, y busca la erradicación de las desigualdades por razones de género.

Su meta principal permite alcanzar otras de gran importancia, entre ellas la educación y convivencia dentro de valores como la tolerancia o el respeto, alcanzados de un modo realmente auténtico y efectivo. De igual forma, se pretende alcanzar una sociedad en la que la integración y desarrollo de las personas se consiga de acuerdo a sus potenciales personales, sin que la diferencia de sexo o género sea un condicionante.

Estos logros, si se alcanzan, producirán una mejora en áreas como la de la violencia machista, y otra serie de conflictos que tienen su origen en este problema.

Estrategias efectivas

Los principales agentes educadores son la escuela y la familia, siendo ambas complementarias. Es necesario que en estos dos ámbitos se lleven a cabo estrategias y actividades de coeducación, y fomentar la comunicación entre ambas para un mayor éxito.

En el ámbito escolar, tanto por su importancia y por las posibilidades que brindan para actuar, podrían destacarse los siguientes campos de actuación:

El juego. La estrategia actual para lograr una adecuada igualdad pasa por no asociar las diversas actividades lúdicas con un determinado sexo. Tanto si se trata de deportes, juguetes, o cualquier otro tipo de pasatiempo, se debe tener en cuenta que estos transmiten valores y modelos de comportamiento.

Los medios de comunicación. La elección de programas audiovisuales adecuados resulta fundamental, ya que constituyen un medio de influencia relevante, que es compartido luego por gran parte de la sociedad. En este ámbito, menos controlable por padres y profesores, existe, sin embargo, una protección legal en materia de igualdad, por lo que es posible denunciar aquellas ideas sexistas que puedan estar transmitiéndose, especialmente en programas para menores.

El lenguaje. La modificación del lenguaje genera muchas polémicas, y aunque existen aspectos en los que no hay consenso sobre lo que debe considerarse machismo lingüístico, hay otros casos en los que es muy evidente. El lenguaje es uno de los factores de estructuración de la personalidad, y los términos que se introduzcan en el habla cotidiana pueden transmitirse al ideario individual y social.

A través de las estrategias de coeducación en las aulas, es posible alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres de una manera efectiva y real, gracias a un trabajo y un esfuerzo sutil y continuo, que irá dando sus frutos con el paso de los años. Una admirable labor colaborativa con un gran potencial de cambio social.


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