La magia del teatro de sombras y las inteligencias múltiples

En el teatro de sombras la historia llega a los espectadores a través de múltiples sentidos y formas

Los artistas recurren a títeres, a las propias manos, a diferentes efectos lumínicos y de color, múltiples elementos de atrezo, utilizan música en directo y también la narración, las voces y el cuerpo de los actores. Ese halo de magia y ensueño que caracteriza a esta disciplina de sombras y siluetas colabora en la obtención de las diferentes inteligencias.
Un espectáculo de este tipo contribuye, por ejemplo, al desarrollo de la autoestima, puesto que el teatro de sombras requiere cierta interacción y participación.

La mente del espectador completa los enigmas de las siluetas que se van transformando en referentes que reconoce, así se desarrolla su intelecto y su autoestima.

Poco a poco, se va desterrando la idea errónea de que solo hay un tipo de inteligencia. El psicólogo e investigador Howard Gardner explica que hay diferentes tipos de inteligencia y que no son mensurables con un examen tradicional. Entre esas inteligencias múltiples encontramos la lógico-matemática, la lingüística, la viso-espacial, la musical, la cinestésico-corporal, la intrapersonal, la interpersonal, la naturalista y la existencial.
De esta manera, el fomento y desarrollo de solo una o algunas de estas inteligencias sería un planteamiento incompleto para educar a los niños. Si deseamos que nuestros pequeños se conviertan en personas valiosas, tendremos que favorecer que adquieran las destrezas que se corresponden con estas diferentes inteligencias.
El teatro, tanto como espectador como protagonista, posibilita a los escolares desarrollar múltiples tipos de inteligencia. En primer lugar, ven en escena situaciones con las que se pueden identificar, que reconocen y sobre las que se posicionan moralmente. Además, mediante la música y la iluminación descubren los sentimientos de un personaje y empatizan con él.

El teatro fomenta la inteligencia emocional, al observar cómo diferentes sentimientos se ponen en escena.

Los niños aprenden a interpretar los movimientos, los gestos y el baile como formas de comunicación diferentes a la comunicación verbal; al tiempo, tras una actuación, se facilita que haya un debate sobre las múltiples interpretaciones de lo que ha sucedido en el escenario.
Especialmente en el teatro de sombras, donde se juega con la sugestión y los símbolos y todo resulta más icónico, sucede que se empatiza de una manera muy rápida con los personajes, tal y como sucede en el cómic. Además, permite enganchar y sorprender, sobre todo a los más pequeños, en estos mundos oníricos de infinitas posibilidades.
El reputado psicólogo Howard Gardner defiende que el ser humano tiene inteligencias múltiples y debemos fomentarlas todas si queremos que nuestros pequeños desarrollen toda su potencialidad. Está demostrado que el teatro es una disciplina en la que se fomentan los diferentes tipos de inteligencia y, todavía más, en el teatro de sombras, que resulta muy atractivo, sugestivo e idóneo para los escolares.

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